Capítulo 102 Juramento
Pablo mostraba una expresión de dolor en su rostro, con sangre brotando de su boca.
Sara estaba petrificada; le tomó varios segundos reaccionar antes de apresurarse a socorrer a Pablo.
—Pablito, ¿cómo te encuentras?
Pablo, esforzándose por mantenerse en pie, se limpió la sangre de la comisura de los labios y levantó la vista hacia Sergio, con una mezcla de confusión e indignación: —Tío Sergio, ¿por qué me pegaste? ¿Qué hice para merecerlo?
—¿Necesitas que te explique lo que hiciste mal? —respondió Sergio con voz profunda y ojos fríos,—Amenazas, insultos; así es como respondes a mis sentimientos.
La mirada de Pablo era de duda; echó un vistazo a Mónica, quien permanecía sentada en silencio en una silla con el rostro inexpresivo. Un atisbo de arrepentimiento cruzó sus ojos, pero su orgullo no le permitió bajar la cabeza, por lo que replicó con firmeza: —Tío Sergio, es un asunto personal, no tienes por qué intervenir.
—Si se trata de ella, sí intervengo.
La voz fría de Sergio se filtró de

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