Capítulo 123
Esto realmente me sorprendió.
No obstante, proseguí: —Tía, he renunciado y también he solicitado otro empleo; hoy tuve la entrevista.
—¿Qué? ¿Tan rápido? —María mostró su sorpresa.
—Tía, de hecho, el día que Alejandro y yo no nos casamos, ya había decidido renunciar —la miré, sin un ápice de remordimiento.
—Tía, seguir trabajando en la misma empresa que él después de nuestra separación sería incómodo para ambos. Aunque Alejandro no quisiera que renunciara, ya había planeado dejar la compañía tras concluir el proyecto del parque de atracciones —expliqué claramente mi pensamiento.
María sacudió la cabeza: —No tiene que ser así, Carmi. Si te sientes incómoda, podrías trasladarte a una sucursal o cambiar de departamento, solo necesitas mantenerte alejada de él.
—Tía, sé que te preocupa que sufra fuera, pero aún así, deseo explorar otros caminos —reafirmé mi decisión.
Los ojos de María se llenaron de lágrimas y, finalmente, sacudió la cabeza: —¿Por qué tiene que ser así? Ya es bastante con
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