Capítulo 38
Raquel regresó inmediatamente.
Al instante, Elena, con el rostro lleno de pánico, se acercó a Alberto y lo tomó del brazo: —¡Alberto, Anita ha sido llevada!
El rostro de Alberto cambió de inmediato: —¿Quién se llevó a Anita?
Elena, angustiada, respondió: —¡Fue su abuela! ¡Su abuela mandó a alguien a llevársela!
¿Qué?
El aura de Alberto descendió al instante a niveles glaciales, como si fuera un frío invierno severo.
En ese momento, Elena vio a Raquel llegando, y rápidamente extendió el dedo hacia ella: —¡Raquel, fuiste tú! ¡Alberto, hoy alguien envió una foto a la abuela, una foto de Anita bailando muy cerca de ti en el bar anoche! La abuela vio la foto, se enfureció y mandó a alguien a llevarse a Anita. ¡Seguro que fue Raquel quien envió esa foto!
Raquel, con una mirada fría, se sorprendió. ¿Alguien le había enviado una foto a doña Isabel?
Ella no sabía nada de eso.
—Alberto, esta Raquel es maliciosa. Ella sabe que la abuela siempre la ha consentido, y seguramente har
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