Capítulo 89

Hoy esta fiesta de compromiso estaba destinada a no celebrarse. Doña Isabel, sostenida por alguien, avanzó paso a paso hacia el escenario. Su mirada de avertencia pasó por el rostro de Laura y su hija, y luego esbozó una sonrisa gélida. —Pero qué rápida eres. No lograste engatusar a mi hijo en su día, y ahora pretendes enseñar a tu hija a seducir a mi nieto. ¡Vaya genética de inferioridad que compartís tú y tu hija! —¡Mamá! —Luis intentó detenerla. Tras encontrarse con la mirada severa de doña Isabel, el temperamento de Luis se desvaneció y su voz se debilitó. Miró hacia abajo y preguntó en voz baja: —Mamá, ¿cómo viniste? Había ordenado explícitamente que no se dejara pasar la noticia a la casa ancestral de los López, que no llegara a oídos de doña Isabel, pero al final la información se filtró. —¿No puedo venir? —Doña Isabel se ajustó el abrigo, su cabello blanco perfectamente recogido en la parte posterior de su cabeza, dándole un aspecto astuto y severo: —Tomás se compromete y tú