Capítulo 81

—Si Tomás regresa, me preocupa que nos eche la culpa por tomar decisiones sin consultarle... —¡Yo soy su padre, lo que yo diga se hace, no le doy opción a que se oponga! —dijo Luis con una actitud tajante, sin dejar espacio a réplica. Laura se sintió completamente tranquila y justo iba a decir algunas palabras suaves para calmar a Luis cuando, de repente, la puerta de la sala de estar se abrió desde el exterior. Ana, al entrar, vio a los dos, abrazados en el sofá, y se puso furiosa. Un sentimiento de repulsión la invadió, y le dieron retorcijones en el estómago. Se cubrió la boca, intentando suprimir las náuseas. El ruido de la puerta al abrirse sorprendió a Luis y Laura. Ambos levantaron la cabeza al mismo tiempo, mirando hacia la puerta. Luis, al ver a Ana, mostró una expresión de pánico por un instante y, de forma instintiva, empujó a Laura fuera de sus brazos. Laura, al principio, intentó lanzar una mirada desafiante hacia Ana, pero fue empujada a un lado. Su rostro se tornó