Capítulo 21

María ya se sentía incómoda con lo que había escuchado, y ahora, tras el grito de Mario, no pudo contenerse más. Se levantó e intentó tomar su mano, pero él rápidamente la esquivó. Ella apretó los dientes y miró a Isabel, examinándola de arriba abajo, deteniéndose finalmente en sus piernas, y dijo con indiferencia: —Nuestro grupo de danza tenía un espectáculo con la familia Navarro. Estábamos ensayando bien, y de repente el líder entró y dijo que se cancelaba la actuación. —Me enteré de que fue porque tú no puedes bailar y no soportas ver el escenario. Digo, si tú no quieres verlo, simplemente no mires, pero ¿tenías que cancelarlo y dejar a tantas personas sin ingresos? Sigues siendo tan egoísta como siempre. —¡Cállate! —¡Cállate! Varios hombres rápidamente intervinieron, y Mario, sin preocuparse por su condición, le propinó una bofetada. María cayó al suelo y sintió un dolor agudo en el vientre. —¡Ay, mi estómago! Isabel soltó un resoplido frío. —Si no sabes hablar, mejor no digas n