Capítulo 173

Nuria se sobresaltó.—¿No te habías ido a la empresa? Ángel percibió su nerviosismo y se acercó, sujetándole la muñeca con firmeza.—¿Qué haces todo el día en casa? ¿Resulta que me engañas con otro hombre? ¡Nuria, me tratas como si estuviera muerto! Nuria se sonrojó por sus palabras.—¡No digas tonterías! —¿Tonterías? Muy bien, explícame quién es este hombre. —Yo...—Nuria abrió la boca, pero no supo por dónde empezar. Después de todo, apenas conocía a Ramón. —¡Puta!—Ángel levantó la mano para abofetear a Nuria. De repente, una mano se interpuso, sujetando la muñeca de Ángel con precisión y levantando su mano en el aire. Ramón protegió instintivamente a Nuria, colocándola detrás de él. Sus ojos fríos escudriñaron el rostro flaco de Ángel con desprecio y desdén. Parecía que podía aplastar a Ángel con la misma facilidad con la que aplastaría una hormiga. Ángel no era ni tan alto ni tan fuerte como Ramón. Ambos se miraron desafiantes, pero Ángel, usando todas sus fuerzas, no pudo mover a Ra