Capítulo 174

—¡Ahhh!—Ángel saltó al quemarse.—¿Nuria, estás loca? ¡Bang! La taza cayó al suelo, rompiéndose en pedazos. Ángel se quedó paralizado por el ruido, dejó de gritar y miró a Nuria. —Ángel, vamos a separarnos. ... El interior de la habitación se quedó en silencio por unos segundos. Ángel abrió los ojos de par en par.—¿Qué tontería estás diciendo? Nuria no dio más explicaciones, se dio la vuelta y regresó al dormitorio. Sacó una maleta del armario y comenzó a empacar sus cosas. Apenas había guardado unas cuantas prendas de ropa cuando Ángel entró en la habitación. Al ver las acciones de Nuria, en lugar de intentar detenerla, él se rió con frialdad:—¡Muy bien, te has vuelto valiente, ¿no? Te lo digo, tienes a alguien más fuera, ¿verdad? De lo contrario, ¿cómo te atreves a desafiarme así? ¿Es ese hombre de esta mañana, verdad? ¡¿Ah? —¿Lo hiciste a propósito para que yo lo viera? ¿Para hacerme enojar y luego pelear conmigo, buscando una excusa para separarnos, verdad? No importaba cuánto grita