Capítulo 39

—¡Humph! —Inés rodó los ojos y se dio la vuelta para irse. Raquel no perdió tiempo y se apresuró a buscar a Beatriz. Observando el animado club de lujo frente a ella, la pasión que acababa de surgir en Raquel se replegó en ese momento. —¿Qué? ¿Tienes miedo? —Beatriz, de pie a su lado, sonrió y dijo—. El dinero de los ricos es el más fácil de ganar; si no puedes aceptarlo, mejor vete. Tras decir esto, Beatriz no añadió más y se dirigió hacia el interior. Raquel observó cómo se alejaba su figura, sintiéndose muy confundida. Justo cuando la silueta de Beatriz estaba a punto de desaparecer de su vista, Raquel apretó los dientes y corrió tras ella. Siguiendo a Beatriz a través de un pasillo de empleados, entraron en un vestuario. Ya había algunas mujeres cambiándose y maquillándose, quienes al ver llegar a Beatriz la saludaron con entusiasmo. Luego vieron a Raquel, que seguía de cerca a Beatriz, y una bromeó: —Bea, este club tiene reglas; no se pueden traer niños aquí. Raq