Capítulo 133

Raquel no encontró motivo para objetar y probó un bocado; tanto la textura como el sabor resultaron excepcionales. Sorprendentemente, no parecía comida recalentada, lo cual le permitió relajarse un poco. Al ver esto, Julia suspiró aliviada en silencio. Después de comer, Julia se retiró a la zona de descanso de los empleados para realizar una llamada: —Hola, Bruno, ¡has exagerado demasiado! Paella a 2 dólares la porción, casi haces que Raquel no se atreva a comerla. —¿No comió al mediodía? —preguntó la voz de Bruno. —Sí comió, pero aunque tu intención de mejorar su nutrición es buena, ¿no podrías hacerlo de manera más razonable? Yo tampoco me atrevería a comer paella a 2 dólares la porción. Por suerte, yo estaba aquí hoy; de no ser así, Raquel seguramente no habría probado ni un bocado. —Entiendo, en un momento le diré a Víctor que se encargue. —Bruno hizo una pausa y preguntó: —¿Cómo ha estado su apetito estos días? ¿Ha vomitado mucho? —Está bastante bien. Siempre lleva algunas aceitun