Capítulo 321

Acababa de revisar la configuración de mi aplicación. ¡Dios mío! Resultó que no lo había configurado bien; mi estado permitía que cualquiera viera mi Instagram y enviara mensajes privados. ¡Qué cabeza la mía! Mientras me arrepentía, ajusté rápidamente la configuración. Pero ya era demasiado tarde, mi lista de mensajes se había llenado de gente que no conocía. Lo único que me consoló fue que normalmente no publicaba en Instagram, y ese día era la primera vez. Entonces, Anita me dio un golpe más fuerte: [¿Que no publicabas en Instagram? Solías publicar una docena al día, solo borraste todo después de pelear con Víctor.] Me sentí muy incómoda al escuchar eso. Parecía que realmente estaba loca por Víctor. Justo cuando estaba sumergida en mi vergonzoso pasado, una llamada me sacó de mis pensamientos. —¿Hola? ¿Sarita? —Su voz era clara, como un manantial de montaña, fresca y placentera. Mis ojos se iluminaron: —¡Gomi! Desde el otro lado del celular, a través del ruido