Capítulo 211

La perspicaz era ella, no yo. Pero ahora, para ganarme la simpatía de Nancy, ella me atribuyó todo el mérito. Nancy me miró y suspiró con una sonrisa: —Resulta que las personas sí cambian. Para ser honesta, hace tres años no tenía una buena impresión de la señorita Sara. Me sentí avergonzada: —¿Era muy arrogante en ese entonces? Lo siento... Nancy sacudió la cabeza: —No era arrogancia. Es que en aquel momento la reputación de la señorita Sara... bueno, no era muy buena. Nuestro personal interno estaba muy dividido acerca del patrocinio por parte de la señorita Sara. Algunos empleados pensaban que una persona con mala reputación no era la patrocinadora adecuada para nuestra empresa. Me sentí incómoda: —Eh... Ya veo. Nancy continuó: —Y había otro grupo que pensaba que la señorita Sara tenía dinero y estaba dispuesta a resolver nuestros problemas financieros, así que ¿por qué no aprovecharlo? Me sentí aún más incómoda. Resulta que mi mala reputación hacía que incluso un pequeño emprendimi