Capítulo 203
Las cosas llegaron a este punto, ambos estábamos un poco desconcertados.
Después de estar confundidos un momento, Salvador, contento, me tomó de la mano: —Sara, a partir de ahora te seguiré.
¿Seguirme?
Sonreí con amargura: —Aún no tienes dieciocho años, Lorena y Víctor están aquí, no soy yo quien tiene que cuidarte. De verdad.
Salvador parecía indiferente: —De todas formas, ellos no se ocupan de mí. No les importa si estoy vivo o muerto. De ahora en adelante, iré contigo, Sara.
Parecía haber encontrado una nueva dirección, lleno de confianza: —Sara, puedo trabajar. Puedo conseguir un empleo y ganar mi propio dinero, no necesitas darme dinero.
Suspiré: —No digas tonterías. Recuerda que no tienes dieciocho años, Lorena y Víctor pueden llevarte cuando quieran.
Víctor continuaba desinteresado.
Al ver que no hacía caso a mis advertencias, decidí llevarlo primero a comer.
Este chico tiene un gran apetito.
Llevé a Salvador a un restaurante occidental, y observé cómo devoraba dos filetes, una
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