Fern perdió el aliento cuando él la besó. Lo apartó con fuerza y dijo: "Me estás arruinando el labial".
Eugene se quedó mirando a los labios de la mujer, los cuales estaban pintados con lápiz labial. Le habló en voz baja: "Te ayudaré a ponértelo de nuevo".
Ella lo miró con desconfianza. "¿Sabes cómo hacerlo?".
Él negó con la cabeza con sinceridad y dijo: "No, pero no debería ser una tarea difícil".
Después de hablar, tomó el lápiz de labios de la mesa del tocador y se dispuso a ayudarla a retocar su maquillaje.
Fern creyó en él y se quedó de pie sin moverse para dejar que le aplicara el lápiz de labios.
Eugene la miró fijamente a los labios como si estuviera a punto de firmar un contrato de más de cien millones de dólares. Utilizó el lápiz de labios para delinear meticulosamente la forma de los labios de su mujer. Luego aplicó el lápiz labial en los labios con cuidado.
"¿Has terminado?". Ella quiso mirar su reflejo en el espejo.
"Pronto habré terminado. No te mue