Sharon estaba a punto de acercarse cuando uno de los hombres de Dayton la detuvo.
Quincy la miró fijamente con sospecha. “¿Quién es ella?”.
Los ojos de Dayton adquirieron una mirada sombría, pero aun así le habló en un tono suave y gentil: “Es una de mis amigas. Ha venido a buscarme. Iré a charlar con ella”.
Él le pidió a Quincy que le esperara donde estaba antes de acercarse a Sharon.
Sharon hizo una mueca al notar que él no le permitía acercarse a Quincy. “Dayton Night, ¡qué exagerado! ¿De verdad crees que Quincy te pertenece? ¿Acaso ella no tiene derecho a reunirse con sus amigos?”.
Dayton la agarró de la mano sin decir nada. La arrastró y solo se detuvo cuando estaban a una distancia de Quincy.
Sharon se soltó de la mano del hombre y lo miró con extrañeza. “¿Por qué me arrastraste hasta aquí? Vine a ver a Quincy, no a ti”. Ella no tenía nada que decirle.
Sharon se dio la vuelta y estaba a punto de caminar hacia Quincy cuando él le dijo: “Ella ha perdido la memor