Capítulo 260
Silvia se quedó sin palabras.
Ella miró a Neil con frialdad antes de decir sin emoción: “Haz que alguien me aplique el ungüento o no me dejaré tratar. Es tu elección”.
“Elijo aplicarte el ungüento yo mismo”.
“¡¿Cómo es que eres tan descarado, Neil?!”.
Neil se rio. “Tú ya me llamas descarado, así que debería hacerle honor al nombre”.
“Entonces no me dejaré tratar. ¡Fuera de aquí!”.
Neil tomó el ungüento con una mirada indiferente. “Te aplicaré el ungüento o me quedaré aquí hasta que estés dispuesta a que te trate”.
“¡Jódete!”.
Silvia estaba furiosa, pero no había nada que pudiera hacer al respecto aparte de enojarse más.
Unos minutos después, ella se rindió y se recostó boca abajo en la cama antes de decir con molestia: “¡Hazlo rápido y lárgate tan pronto termines!”.
Neil sonrió y susurró: “¿Te das cuenta de lo ambiguo que eso sonó?”.
Un sonrojo apareció en la cara de Silvia cuando esta se dio cuenta de lo que implicaba. Por suerte, su cara estaba oculta en la almohada.
Ell
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