Capítulo 86 La última tarea

Los policías también se sentían algo incómodos, pero finalmente asintieron, comprometiéndose a informarme si surgían novedades. Observé cómo se llevaban a Mario y decidí seguirlos. —Oficial, Gabriel me ha acusado anteriormente, seguramente por instigación de Ana. Quisiera saber qué ha dicho. —¿Podría identificar a esta persona? Al fin y al cabo, yo soy la víctima directa de este incidente, y los policías no me complicaron la situación. En especial porque deseo saber quién está detrás de Ana; conocer la verdad pronto es esencial. Sin evidencia concreta, la familia López no creería lo dicho por un extraño como yo. Al entrar en la sala de monitoreo junto al cuarto de interrogatorios, finalmente vi a Gabriel. En ese momento parecía desanimado, pero notablemente más relajado, probablemente al saber que su hija había sido rescatada. Los policías le preguntaron sobre Ana, y él reveló todo sin reservas. —De todos modos, un presidente de apellido López se interesó en ella. Ahora que tiene diner