Capítulo 45

Una vez sentados, el camarero llegó con el menú para tomar nuestro pedido. Andrea me pasó el menú, y yo le expliqué cada tipo de empanadilla que había, describiendo los rellenos. Ella asentía cooperativamente diciendo: —Delicioso. Cuando terminé de explicar, le pregunté: —¿Cuál te gustaría probar? Andrea parpadeó y dijo: —Quiero probarlas todas. Entonces pasé el menú a Víctor para que él decidiera. Víctor, siempre queriendo complacer a Andrea, le dijo directamente al camarero: —Tráiganos una de cada. El camarero respondió amablemente: —Está bien. Cuando el camarero se fue, Andrea se acurrucó en mi regazo y empezó a charlar: —Mamá, ¿sabes? —Escuché a mis compañeros decir que Diego lo ha pasado muy mal estos días. —Cuando termina la escuela, su nueva mamá no quiere ir a recogerlo. —Lo dejan esperando en la puerta de la escuela hasta las nueve y pico... Los niños no tienen segundas intenciones, dicen lo que piensan. Andrea murmuró en voz baja: —¿Sabes? ¿Cómo puede