Capítulo 399 Embarazo

En la habitación del hotel, Ángel se dispuso a cambiarse de ropa. Su malestar no había surgido de repente. Ya en Pueblobravo había empezado a sentirse mal y, por Silvia, había viajado desde Ciudad Brillante hasta Ciudad Melcólica a lo largo de la noche, acabando por enfermarse después de caminar bajo una intensa nevada. Se colocó la camisa frente al espejo de cuerpo entero, abotonando cada botón con sus dedos largos, su rostro esculpido y serio, sin rastro de la actitud descarada que solía mostrar frente a Silvia. La realidad era que la única razón por la que había pasado la noche en la habitación de Silvia era su osadía, y Silvia, en realidad, todavía no le había perdonado del todo. Los sucesos pasados habían dejado una profunda cicatriz en Silvia, y su reconciliación era tan frágil como el papel. Los buenos momentos que habían compartido durante el Año Nuevo habían sido completamente arruinados por Alicia, y ahora ella estaba de nuevo a la defensiva con él. Se lo merecía. Irritado, Á