Capítulo 231 Silvia, tu padre ha tenido un accidente
...
Silvia tiene la desventaja de no saber insultar; cuanto más enfadada está, menos capaz es de hacerlo. Aprieta los dientes con fuerza y su pecho se agita con ira.
Ángel piensa que esta faceta suya es mejor que su habitual indiferencia tranquila. Se inclina para besarla, llamándola: —Cariño, coopera conmigo.
Su beso tiene un sabor a tabaco con canela, algo que evoca fácilmente imágenes de una casa en invierno con la chimenea encendida, creando una sensación de calidez envolvente. No es de extrañar que él la llame así.
Silvia respira agitadamente, resistiéndose a sumergirse en la falsa ternura que él pretende: —¡...no me llames así!
Ángel tampoco es de los que hablan mucho en estos momentos.
Pero el teléfono en el suelo no deja de sonar. Ángel piensa que quizás Eduardo esté loco.
Sin embargo, Silvia siente que algo no está bien; si fuera Eduardo, sabiendo que está con Ángel, y después de una llamada sin respuesta, no insistiría.
Eduardo entendería que ella no puede responder, y esta a
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil