Capítulo 124 La Luna

—¿No crees en la medicina tradicional china? —Eduardo levantó una ceja. —La medicina china tiene miles de años de historia. —Creo en la medicina tradicional china precisamente por su profundidad. Es por eso que pienso que no es posible que, Profesor Eduardo, hayas dominado esa habilidad tan fácilmente. —De lo contrario, la medicina tradicional china sería demasiado sencilla. Ser capaz de discernir su estado de salud solo con tomarle el pulso requeriría ser un prodigio médico o haber estudiado durante décadas. Y Eduardo, siendo profesor, no debería poder dedicar tanto tiempo. Eduardo sonrió y admitió con naturalidad: —No, no sé tomar el pulso, en absoluto. Silvia dijo en voz baja: —Mentiste. Eduardo la miró a los ojos: —Mentí porque creo que tú no mentirías. El ceño de Silvia se frunció involuntariamente. Eduardo, alguien a quien conocía desde hacía menos de un mes, confiaba en ella y la ayudaba. ¿Y Ángel? Ángel parecía pensar que ella mentiría sobre algo tan serio como un aborto. Si