Capítulo 98 Criticar sin razón

Ella habló y de inmediato se giró para irse. —Si quieres romper la relación, inclínate tres veces ante Sara y pídele disculpas, entonces estaré de acuerdo. La voz sombría de Pablo llegó desde atrás, haciendo que Mónica se estremeciera de forma involuntaria y un zumbido llenara sus oídos. Se volteó hacia él con incredulidad en sus ojos: —¿Qué dijiste? —Golpeaste a Sara. Por lo tanto, si te inclinas tres veces y te disculpas con ella, aceptaré tu decisión de romper lo nuestro. Lo repitió él, con una voz tajante. Los ojos de Mónica se humedecieron levemente, sintiéndose como si hubiera sido arrojada a un abismo helado, donde su sangre parecía congelarse en ese momento. Ella apretó los puños, con su voz firme dijo: —Pablo, eres un maldito desgraciado. Él estaba humillándola delante de todos estos testigos. Nunca imaginó que él llevaría las cosas tan lejos, descartando por completo los años de relación que habían compartido. Pablo levantó la vista altivo y al ver sus ojos levemente enrojec