Capítulo 93 Retroceder para avanzar
—Presidente Pablo, anoche tu cuerpo vio cada parte del mío, no te preocupes ya soy tuya.
Sara, con los ojos puros y emotivos fijos en él, los cuales reflejaban una absoluta timidez y admiración.
Pablo encontró su mirada y nervioso la evitó; su vista por accidente cruzó con la mancha carmesí sobre la cama, y su cuerpo se paralizó al instante.
Soy un verdadero imbécil, abusé de una chica estando borracho.
—Lo siento mucho, anoche estaba demasiado borracho. Dime qué compensación deseas, y sin problema te la proporcionaré.
Dijo asustado, mientras bajaba la cabeza con una expresión seria.
Los ojos de Sara enseguida se endurecieron por un momento, luego se llenaron de lágrimas y palideció: —¿Presidente Pablo, me detestas?
—No, no es eso. —Pablo, al ver sus ojos llorosos, se sintió aún más confundido y continuó: —Anoche fui un verdadero imbécil, abusé de ti estando borracho. Eres una buena chica, pero te he fallado. Dime si deseas dinero o algo más, estoy dispuesto de cualquier manera a com

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