Capítulo 81 Dolor

Mónica apretó los labios con fuerza. Pasó un largo rato antes de que hablara: —Entonces, ¿esa es la razón por la que nunca te atreviste a oponerte a Manuel, por la que él te controla en todo? —Sí. Isabel lo admitió sin dudarlo. —Pero mamá, ¿qué pasaría si algún día Manuel quisiera divorciarse de ti? Los ojos de Isabel se entristecieron un poco, pero no dijo nada. Mónica, sin embargo, pareció darse cuenta de algo, y una sonrisa autocrítica apareció en su delicado rostro: —¿Cómo podría él divorciarse de ti? Mamá, tú ya lo habías pensado desde antes. Levantó la mirada para fijarse en Isabel y, con una ligera pausa, continuó: —Ricardo es muy arrogante, pero a ti sí te importa. Y tú también me estás usando, ¿verdad? Si me caso con un miembro de la familia Gómez, con una hija como yo, Manuel podrá usar sin problema alguno tu relación conmigo para controlar mis decisiones. Si necesita ayuda de la familia Gómez, no te dejaría ir, porque lo que le interesa es su apoyo, no divorciarse de ti, ¿