Capítulo 116 Cautivado
Pero ella aún sonrió cortésmente y dio las gracias.
—No hay de qué. —respondió Elena, sonriendo con la franqueza de una chica sincera.
—Elena, me equivoqué contigo, lo siento.
Se disculpó Hugo.
—No pasa nada, en esa situación un malentendido es normal; no lo tomaré en serio —Elena, frente a Hugo, mostraba una sonrisa algo tímida y cohibida—. Tú ayuda a Mónica primero, yo voy a practicar el piano.
Hugo asintió con la cabeza.
Elena se giró y salió del salón de música.
—Mónica, Ana es un poco caprichosa, pero en realidad es buena persona. No tomes en serio lo que dice; luego hablaré con la profesora para que le aconseje.
Le susurró Hugo, intentando consolarla.
Mónica sonrió levemente: —Mejor no hagas que la profesora hable con ella. Cuanto más lo intentes, más la molestarás. Ella no me agrada, y eso comenzó hace muchos años. Ya estoy acostumbrada, solo me enfoco en mí y en lo que quiero. Lo que los demás digan, no me importa.
Su voz era tranquila y serena, su rostro mostraba una leve sonr

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