Capítulo 107

—Yo no he... Silvia hablaba en voz baja. —Vicente, cámbiala. Venimos a divertirnos, se supone que debemos disfrutar, mira cómo la tiene, como si fuera una invitada más. respondió Federico. —No importa, me gusta este tipo. —dijo Vicente. Pilar, que estaba al lado, tomó la iniciativa de pedir canciones, servir bebidas, brindar y ofrecer bocadillos y frutas con gran entusiasmo. Sus pequeños gestos continuos y sus toques sutiles en los puntos sensibles de Vicente, junto con las miradas coquetas y seductoras, no dejaban dudas de su habilidad para encantar. Indiscutiblemente, era una de las favoritas, impecable en su papel. Vicente tampoco era precisamente un caballero virtuoso y encontraba divertido estar en tal ambiente por primera vez. Federico, ya un veterano en estos encuentros, se mostraba aún más diestro. Su mano ya se había deslizado dentro del sostén de una dama, jugueteando a su antojo mientras cantaba con el micrófono. —Silvia, sírvele vino a Vicente. ¿Qué haces ahí parada? —comen