Capítulo 53

Al escuchar las palabras de Bruno, Marta rompió a llorar aterrada. Miró a Bruno con ojos suplicantes y, entre sollozos, comenzó a hablar: —Lo siento, no debí haberme comportado así con Alicia. Haz conmigo lo que quieras, pero por favor, no rompas nuestro compromiso. He perdido la capacidad de tener hijos por salvarte. Ningún hombre aceptaría a una mujer que no puede tener hijos. Si me dejas, no tendría razón para seguir viviendo. Lloraba desconsolada, como si no pudiera soportar el dolor. Bruno apretó los puños con tal fuerza que las venas de sus manos se marcaron. Ese razonamiento, tan bien construido, lo mantenía prisionero, atrapado en un callejón sin salida. Le era peor que morir. Marta había utilizado esa misma excusa para que él abandonara a Alicia años atrás. Bruno deseaba que el herido de esa época hubiera sido él, habría preferido convertirse en un discapacitado antes que cargar con la deuda de vida que Marta le había impuesto. Cerró los ojos con dolor y habló con