Capítulo 52
Alicia no mostró ninguna emoción al escuchar las palabras de Bruno.
Después de todo, ya había escuchado lo mismo antes, cuando la situación en la escuela ocurrió. Bruno también había prometido darle una lección a Marta.
Pero luego, cuando ella amenazó con suicidarse, él terminó corriendo a darle sangre.
No solo no la castigó, sino que, en lugar de eso, la situación solo se complicó aún más.
Alicia sonrió fríamente, sin calor en su voz: —Si Bruno quiere enseñar una lección, es asunto suyo. Solo quiero recordarte algo: si Marta vuelve a molestarme, no serán solo dos bofetadas.
—No te preocupes, no habrá una próxima vez. Cuida a Sofía, me preocupa que se resfríe.
—Ya me encargaré yo de mi hija, no es necesario que el presidente Bruno se preocupe por eso.
Con esas palabras, Alicia se dio la vuelta, abrazó a Sofía y se marchó.
Bruno, al ver sus espaldas alejarse, apretó los puños con furia contenida.
La provocación de Marta solo había incrementado el odio de Alicia hacia él.
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