Capítulo 42

El banquete de cumpleaños de Ricardo se celebró en Casa Fernández. Cuando Bruno llegó, ya había muchos invitados. Acababa de bajar del carro cuando Carlos, vestido con un traje gris, se acercó a él. Una sonrisa astuta, difícil de interpretar, curvaba sus labios. —¿El Presidente Bruno ha venido solo? ¿Cómo es que no trae a su secretaria? Carlos parecía haberse dado cuenta de algo de repente, y se golpeó la frente: —Qué memoria la mía, me olvidé de que esa secretaria tan hermosa renunció hace ya cuatro años. Ahora deberías estar acompañado de tu prometida, pero ¿por qué nunca la has traído contigo? Ante sus bromas, Bruno apretó los puños en silencio. Tomó a Carlos del cuello de su chaqueta: —Hace cuatro años, alguien lastimó la mano de Alicia para forzarla a entregar el plan del proyecto. Carlos, no me hagas descubrir que fuiste tú, porque no dudes que actuaré con fuerza contra la familia Fernández. Carlos sonrió con una actitud algo despectiva: —¿Qué pasa, te duele? Si te