Capítulo 170
—Vine a buscarte por dos motivos: uno, para agradecerte, y el otro, para recuperar el libro de medicina.
Alba asintió: —Mi abuelo me dijo que alguien vendría algún día a buscar el libro de medicina.
Sin embargo, ahora no sé dónde se encuentra.
Braulio sonrió: —¿Podríamos ir a la casa Molina?
Los ojos de Alba se iluminaron: —Vamos a la casa Molina a investigar.
Media hora más tarde.
Creeeak.
La puerta del patio se abrió, y el polvo cayó en cascada.
Braulio retrocedió unos pasos, esperó a que el polvo se asentara y luego entró al patio.
Guau guau guau.
De repente, de una caseta de perros, un perro amarillo salió corriendo y ladró furiosamente hacia la puerta.
Darío salió detrás de Braulio, contento de verlo: —Coco, pensé que habías desaparecido, ¿aún estás aquí?
Coco movió la cola y sacudió la cabeza, corriendo en círculos alrededor de Darío.
Alba guió a Braulio al consultorio de Roberto, donde el escritorio estaba cubierto de polvo y el armario de medicinas mostraba marcas de ratones.
B
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