Capítulo 151
La voz de la mujer no es alta,
Pero todo el salón la escucha clara y distintamente.
Una docena de hombres robustos retroceden al ver a la mujer, como si hubieran visto a una bestia feroz.
Pío, al ver entrar a la mujer, también se detiene de golpear a Julián.
Se acerca sonriendo para saludar: —Señorita Rosa.
La Señorita Rosa es muy bella, con facciones delicadas como las de un cuadro, y piel suave como la nieve.
Lleva un vestido rojo strapless que realza su figura sensual.
Sus maneras exhiben el porte de una mujer sensual con un encanto irresistible.
La Señorita Rosa reconoce a Pío, levanta sus cejas con elegancia: —¿Te atreves a armar un escándalo en mi local?
¿Acaso no quieres seguir viviendo?
Pío, asustado, se apresura a explicar: —Señorita Rosa, no... no es lo que parece.
Julián ya le ha hablado de esto.
No soy tan audaz, ni me atrevería a causar problemas en su local.
Oh.
La Señorita Rosa tiene una epifanía: —Así que tú eres el guardaespaldas.
Ya ha pasado mucho tiempo, ya se ha pe
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