Capítulo 54

La pareja mayor se quedó visiblemente sorprendida por mis palabras, no era inesperado, pero sí estaban muy nerviosos. —Carmen, ya lo sabemos, no te culpamos, es culpa de Alejandro, ese idiota. Ya lo regañé y le dije que volviera a disculparse contigo... Antes de que pudiera decir algo, María ya había comenzado a regañar a Alejandro. Con esa actitud, claramente quería que no dijera algo que no estuvieran dispuestos a escuchar. José, por otro lado, fue más racional y la interrumpió,—Escucha lo que Carmen tiene que decir. María apretó aún más mi mano, mirándome con esos ojos que expresaban lo mismo que sus palabras. Bajé ligeramente la mirada, esforzándome por no dejarme influir,—Tíos, Alejandro y yo hemos roto. Después de hablar, el silencio inundó la habitación, y María apretó aún más mi mano. —¿Por qué?—La voz de José resonaba firme. Sabía que tenía que darles una razón que les dificultara oponerse, para que esto terminara, de lo contrario, seguramente seguirían insistiendo. Por lo tan