Capítulo 39
Ella reprimió la mirada que le pesaba como espinas y ajustó un poco su estado de ánimo para hablar con el doctor Eduardo sobre los detalles pertinentes de la cirugía de su madre: —Doctor Eduardo, continuemos.
El doctor Eduardo tragó saliva, incapaz de ignorar la intensa presencia del presidente Diego.
Estaba a punto de sugerirle que se fuera y hablaran más tarde.
Diego intervino enseguida: —Doctor Eduardo.
—Presidente Diego. —Respondió respetuoso el doctor Eduardo.
—A partir de ahora, no necesitas encargarte de la madre de Silvia. —Diego hablaba con él, pero su mirada profunda estaba fija en Silvia: —Delega mejor eso a otra persona.
—Esto... —el doctor Eduardo miró significativamente hacia Silvia.
Silvia sintió en ese momento un apretón en el corazón y las palabras de protesta se le escaparon: —El doctor Eduardo ha estado a cargo del caso de mi madre todo este tiempo, ¿por qué quieres reemplazarlo?
Desde que su madre sufrió un accidente y quedó en coma hace años, el doctor Eduardo habí

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