Capítulo 88
—No debería haber insinuado a Tomás que te molestara por envidia de tu belleza... Al principio solo quería verte pasar un mal rato, pero nunca imaginé que Tomás me diría que le gustas...
—Siempre estuvo detrás de mí... y de repente se enamora de ti. Simplemente no podía aceptarlo...
—Aquel día te cité en la azotea sin intención de hacerte nada. Solo sabía que estabas embarazada y quería asustarte... Realmente no sabía cómo sucedió tu aborto...
—¡De verdad no fui yo quien te mató, buuuu...!
Al principio, Carmen trató de embellecer sus acciones, pero al darse cuenta de que cuanto más hablaba, más sentía ese frío inexplicable que la envolvía, decidió sincerarse.
Al confesar sus verdaderas intenciones, el frío comenzó a disminuir lentamente.
Sabiendo que nadie más escucharía lo que decía, se sintió aliviada al contarle a Verónica, el fantasma malévolo, cada uno de sus pensamientos y oscuros deseos.
María estaba parada a un lado, escuchando sin expresión alguna.
Aunque había visto parte
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil