Capítulo 91 Sin hogar

Daniela estuvo parada en la puerta durante mucho tiempo, indecisa sobre si entrar o no, hasta que Natalia la descubrió. —Señorita Daniela, ¿por qué está usted aquí detenida? Daniela se sobresaltó y negó con la cabeza. —De repente recordé que tengo asuntos pendientes en el hospital, no regresaré esta noche porque tengo guardia. Por favor, infórmale a José que me he ido. Natalia apenas había asimilado las palabras cuando Daniela ya se había marchado. Al volver al hospital, sus colegas, sorprendidos, le preguntaron: —Doctora Daniela, ¿no había terminado su turno? ¿Qué ocurre? ¿Va a hacer horas extra sin cobrar? ¿No es demasiado sacrificio? Daniela, claro, no podía revelar que estaba "sin hogar", así que forzó una sonrisa: —Un paciente mencionó que vendría más tarde... esperaré un poco. Conforme avanzaba la noche, las preguntas sobre por qué no terminaba su turno se hacían más frecuentes; aunque solo eran saludos rutinarios, la hacían sentir extremadamente incómoda. No podía volver a su ho