Capítulo 83 Falta alguien que me caliente la cama

Daniela sintió que una cuerda en su corazón se tensó de repente. Miró fijamente a José, nunca antes se había atrevido a mirarlo tan seriamente. Resulta que, a sus ojos, ella era parte de la familia García, y que él podía protegerla... Cuando José notó su intensa mirada, frunció el ceño ligeramente y, con un tono casual, preguntó: —¿Por qué me miras tanto? No estarás pensando en ser mi novia, ¿verdad? Ser mi novia implica ciertas responsabilidades... Daniela apartó la vista incómodamente y sugirió: —De todos modos... gracias por hoy. ¿Qué te parece si te invito a cenar? Con desdén, José respondió: —No necesito tu cena. Guarda ese dinero para ti. Si realmente quieres agradecerme, lo que necesito es alguien que me caliente la cama. Sin saber qué responder y pensando que se trataba de una broma, Daniela bajó la cabeza y fingió entretenerse con sus dedos. Aunque su infancia había sido marcada por la adversidad y José a menudo se mostraba hostil, Daniela no podía sentir resentimiento hacia é