Capítulo 70 Ilusiones

Daniela pensó que había entendido mal, y cuando volvió la vista hacia José, él ya se había dado la vuelta y se alejaba. Inexplicablemente, el tono de él le había parecido extraño, no como una simple réplica a su broma, sino que resonaba con una seriedad inusitada. ¿Sería acaso una ilusión? ... Días después, Daniela regresó a su trabajo en el Hospital de la Benevolencia, donde había iniciado su carrera profesional como practicante tras graduarse. Conocía bien el ambiente, y aunque recientes polémicas públicas habían enturbiado un poco el clima, el director estaba más que contento de tenerla de vuelta. Ella valoraba mucho el pasado, razón por la cual se había mantenido cerca de José durante tantos años. Sin embargo, siempre había detalles incómodos. Justo al entrar en la oficina, un colega sin inhibiciones bromeó con descaro: —¿No tenías un novio adinerado? ¿Aún te interesa trabajar aquí? ¿Acaso terminaron? Daniela, que no era dada al trato social superficial, no aceptaba fácilmente tal