Capítulo 19 Estás muy sucia

Daniela de repente perdió el coraje para acercarse a él; sabía que en ese momento, no importaba cómo se explicara, él no la creería... Diez segundos de mirada fija, eternos como un siglo. José no hizo nada, no se enfureció, no hizo preguntas, nada... Indiferente, apartó la mirada y subió al coche. En ese momento, una voz resonó en la mente de Daniela, impulsándola a seguirlo, como si un segundo más tarde, ya nunca pudiera alcanzar a ese hombre de nuevo. Corrió hacia el coche, usando toda su fuerza y la velocidad más rápida de su vida. El abrigo de Luis que llevaba se cayó mientras corría, ella no se dio cuenta, ni vio la tristeza fugaz en los ojos de Luis. —José... Llorando, miró a través de la ventana al hombre dentro, como alguien que se ahoga intentando agarrar la última esperanza. El hombre no la miró, ni siquiera arrancó el motor. En este impasse, Daniela audazmente asumió que él le permitía subir al coche, sin importar cómo la tratara, no podía retroceder. Una vez que se sentó en