Capítulo 190

Afuera de la sala de diagnóstico, Stella lloró desconsolada. No recordaba la última vez que había llorado tanto.  Sus sollozos resonaban punzantes, pero RK guardó silencio.  Su llanto penetrante le había colmado el cuerpo. Adrian era su hijo, y él también estaba preocupado...  "Lo siento. ¡Es mi culpa!". Todos los sentimientos contradictorios que lo embargaban se transformaron en esas palabras, que tocaron a Stella en el corazón. La abrazó y su camisa quedó empapada con las lágrimas que no dejaban de brotar de sus ojos. Al escuchar el violento palpitar de su corazón, Stella apretó los dientes.   Entonces, se ahogó en sollozos y lo maldijo con la voz entrecortada: "RK, si algo le pasara a mi hijo, estarás maldito por el resto de tu vida: ¡Estarás solo por siempre!". Cuando terminó, rechinó los dientes. Él la escuchó y la abrazó con fuerza. "Estará bien. Estará bien. ¡Estoy aquí! ¡Estará bien!", dijo con la voz quebrada.  Entonces, ella le devolvió el abrazo. El colapso nervioso que hab