Capítulo 33

—Decano Bruno, cuánto tiempo sin verte. —Ana guardó su teléfono. —¿Cómo supiste que esos exámenes eran míos? A partir de la conversación anterior con Sergio, Ana se enteró de que los exámenes que le había dado su tutor finalmente llegaron a manos de Bruno. —Antes había visto tu caligrafía diferente en ambas manos. Eres zurda de nacimiento, pero entrenaste tu mano derecha. —Bruno explicó. Ana levantó la mirada hacia Bruno, quien inmediatamente dijo: —No te preocupes, no diré nada sobre esto. —¿Esos materiales y exámenes fueron enviados por ti? —Ana preguntó. Bruno asintió: —Sí, pero alguien me pidió que los enviara. —¿Quién fue? —Ana preguntó de inmediato. —Jeje, lo siento, le prometí que no diría nada. —Bruno se veía incómodo. Ana entendió; si incluso Bruno se mostraba reservado, el poder de su tutor no era sencillo. —No hay problema, me voy ahora. —Ella no quiso poner en un aprieto a Bruno y se levantó de repente. —Espera, Ana. —Bruno la llamó rápidamente, preguntando con cierta incom