Capítulo 392
Emilio sonrió con total resignación, como si no hubiera notado la intención asesina en los ojos de Ángeles, y poco a poco retiró el rifle de francotirador de las manos de El Calvo Asesino.
Dijo:—Déjame a mí.
Después de todo, ya había asesinado a su propio padre con sus propias manos, y también había acabado con el otro hijo de su padre. ¿Qué más daba agregar a su lista a una malvada abuela?
Pero Ángeles era diferente.
Aunque Emilio había ordenado a los sirvientes del patio retirarse, en este mundo no hay muros que no dejen pasar el viento. Si alguna vez llegaba a salir a la luz que Ángeles había ordenado asesinar a la malvada señora Leticia...
Todos los que alguna vez habían seguido a la malvada señora Leticia vendrían en multitud a buscar venganza contra Ángeles.
Ella jamás encontraría paz.
Emilio terminó de hablar y, sin ni siquiera pestañear, levantó el arma y, con una expresión imperturbable, apretó con fuerza el gatillo.
La malvada señora Leticia, quien salía en es

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil