Capítulo 293
Lourdes no percibió nada inusual y sonrió, diciendo: —¡Vamos, vámonos a casa!
El lugar donde aterrizó el jet era precisamente la casas de los Pérez.
La hacienda de los Pérez es grande, y se encuentra ubicada entre montañas y agua; adelante hay una villa y detrás, una enorme pista de aterrizaje con varias aeronaves privadas y una fila de diferentes tipos de helicópteros.
Desde el aeropuerto privado en la montaña, un auto lleva directamente al frente de la casa de los Pérez.
En el camino, Belén se sentó al lado de Lourdes, sosteniendo su mano y ofreciéndole apoyo constante con cuidado y consideración.
Sin embargo, Vicente actuaba como si ella no estuviera allí, sin ofrecerle ni una sola mirada.
Belén se preocupaba en silencio.
Afortunadamente, Lourdes cambió el tema hacia ella y, parpadeando, preguntó de manera directa: —Vicente, ¿qué piensas de Belén?
Belén bajó la cabeza ligeramente, pretendiendo no escuchar, pero sus orejas se tornaron discretamente rojas.
Ambos espe
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