Capítulo 369

Finalmente, tras calmar a Álvaro, Patricia condujo hacia un hotel cercano. Desconociendo el lugar donde se hospedaba él y dado que su casa anterior, deshabitada desde hacía tiempo, estaba cubierta de polvo y no era apta para vivir, la única opción que les quedaba era el hotel. Al llegar al estacionamiento subterráneo del hotel, mientras Patricia reservaba una habitación, Álvaro se le acercó justo después de que ella apagara el motor del coche. La besó con desesperación y fervor en los labios y la abrazó tan fuertemente que ella no pudo escapar. En el reducido espacio del coche, fue sentada sobre sus piernas, con la ropa desordenada y la cintura firmemente atrapada por él. Mordiéndose el labio, incapaz de emitir sonido, la fuerza de Álvaro, que ya era considerable normalmente, se magnificaba en este estado confuso y descontrolado. Patricia, intentando esquivar sus besos, tomó su teléfono móvil con la esperanza de pedir ayuda, consciente de que si seguía así él lograría su objetivo. Con