Capítulo 260

—No sé, si quieres contárselo, adelante,— dijo Patricia con una sonrisa melancólica, mientras sus ojos reflejaban una profunda tristeza, como si nada de lo que él hiciera pudiera afectarla ya. Parecía haber perdido el interés en todo. Álvaro la sujetó con fuerza por la cintura. —¿Piensas que no me atrevo? —Por supuesto que te atreves, ¿hay algo a lo que no te atrevas? Ella realmente no temía nada. La ira también se apoderó de Álvaro. —Entonces, llámalo. Álvaro sacó su teléfono móvil y, delante de ella, marcó el número de Ignacio. El corazón de Patricia comenzó a latir aceleradamente, y sus labios se apretaron mientras lo observaba. Por su parte, Álvaro no dejaba de mirarla atentamente, captando cualquier mínimo cambio en su expresión. Ambos estaban inmersos en una silenciosa batalla. Cuando el teléfono se conectó, Patricia no pudo resistirse más. —Lo siento... por favor, no se lo digas... Álvaro colgó, apagó el sonido del móvil y sujetó su barbilla. No sentía la menor satisfa