Capítulo 47

Con un brazo alrededor de la cintura de Pedro, Leticia lo guiaba hacia la cama con dificultad. —Me iré a acostar en el sofá un rato. —murmuró ella, agotada. —El sofá es demasiado pequeño, no vas a caber y si te caes en medio de la noche, no podré levantarte. Mejor quédate tranquilo en la cama... ¡Ay! Date la vuelta, me aplastaste la mano. Leticia lo sostenía por la cintura, tratando de mantenerlo firme para que no tambaleara mientras caminaba, pero al dejarlo caer sobre la cama, todo su peso la arrastró también a ella, terminando los dos enredados en el colchón. La espalda de Pedro aplastó su brazo. Leticia suspiró profundamente. —¡Pedro! Tienes que girarte, me estás aplastando el brazo, ¿no te das cuenta? Aunque estaba borracho, Pedro aún conservaba un poco de consciencia. Sintió algo incómodo en su espalda y, obedientemente, se giró hacia su lado derecho. Solo que, en su lado derecho, Leticia ya estaba tumbada. Sin previo aviso, Leticia sintió cómo una "montaña" caía sobre ella, libe