Capítulo 62 Vida o muerte

Sara miró a Yolanda y a Simón con una sonrisa pícara, y preguntó en tono burlón: —¿Ustedes tienen algo que decirme? —Si de verdad tuviéramos algo importante que decir, ¿crees que podrías seguir sonriendo tan feliz? Esa respuesta de Simón provocó en Sara una punzada de celos. Ella, que ni siquiera había pensado en esa posibilidad, de pronto sintió unos profundos celos sin razón aparente. —¿Y ustedes qué es lo que quieren tener, entonces? De pronto, el rostro de Sara se tornó serio. Con expresión severa, reprendió a Yolanda: —Simón acaba de llegar a la empresa y aún no conoce las reglas, ¿pero tú? ¿Pero esto es inaudito tú que ya llevas tiempo aquí tampoco las sabes? ¡En el Grupo Pionero está terminantemente prohibido tener relaciones amorosas entre compañeros! ¡Cualquiera que lo haga, deberá renunciar de inmediato! Yolanda se quedó perpleja al escucharlo. Pero cuando por fin reaccionó, se alteró demasiado. Sentía que había sido profundamente humillada. —Jefa Sara, ¿en qué está pensando?