Capítulo 495
Doña Isabel increpó a María: —¡Y tú, venenosa mujer, todavía tienes el descaro de acercarte, seduciendo al hermano de tu propio esposo, conspirando contra tu propia hija! Ana es realmente como tú, hoy golpearé junto a ti a esta maldita venenosa!
El bastón de doña Isabel cayó de nuevo sobre María.
María y Ana fueron brutalmente golpeadas como en una atroz tormenta, ambas lloraron de dolor.
Camila, al ver a las dos siendo golpeadas, casi aplaudía de alegría, verdaderamente digno de doña Isabel, sus golpes eran precisos y decisivos.
Doña Isabel, cansada de golpear, por fin se detuvo, miró a Alberto: —¿Mira reconoces tu error?
Alberto respondió: —Abuela, si quieres golpearme, solo dilo directamente, no necesitas buscar una excusa.
Doña Isabel se quedó al instante sin palabras.
Camila, observando a Alberto, preguntó: —¿Alberto, sabes que Raquelita tuvo un accidente?
¿Raquel tuvo un accidente?
El robusto cuerpo de Alberto se tensó de inmediato: —¿Qué le pasó a Raquel? Imposible, hoy mismo la

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