Capítulo 384
Juliana sacó varios informes médicos sin problema alguno y se los entregó a Héctor. —Héctor, mira, ¿cómo podría engañarte?
Héctor revisó los informes médicos, y al ver que efectivamente no había problemas, se sintió aliviado. —Mamá, estos días estaré más en casa para acompañarte, también tienes que cuidarte de la hipoglucemia.
Juliana asintió, —Está bien, por cierto, Héctor, ¿dónde está Camila?
Héctor sacó una mochila y comenzó a meter cosas dentro. Sin levantar la vista, habló con tono sereno, —Ella se fue, mamá, solo somos compañeros de clase, no hay nada más.
—Sé que antes muchas chicas te querían, la última vez una de ellas puso una carta de amor y chocolates en tu mochila, tu hermana lo vio, ¿esa chica se llamaba Miraena?
Héctor levantó la vista, —Mamá, no hables de esas personas, Camila no es como ellas.
Juliana sonrió, —Así que en tu corazón Camila es diferente a las chicas que te gustan.
...
Siguió bajando la cabeza para continuar empacando.
—Héctor, ya no eres tan joven, si en

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