Capítulo 382
Héctor no dijo nada y se giró para salir.
Una vez más, comenzó a ignorarla.
Camila se interpuso en su camino y le dió la medicina que tenía en la mano, —Esto es para ti.
—¿Qué?
Camila señaló su hombro, que ahora estaba rojizo, —Hoy has cargado tantos sacos de cemento que se te ha enrojecido el hombro, aplícatelo por la mañana y por la noche, y ya no sentirás dolor.
Héctor la miró de reojo, sin decir una palabra.
Camila continuó, —Toma.
Héctor extendió la mano para coger la medicina.
De repente, cogió la medicina y también la mano de Camila, tirando de ella con fuerza, y sin previo aviso, Camila se estrelló contra su pecho.
Camila levantó la vista hacia él, ahora su atractivo rostro estaba muy cerca, recién salido de la ducha, su cabello corto aún húmedo, menos frío que de costumbre, pero con un aire más rebelde.
Camila parpadeó desconcertada, —¿Qué, qué te pasa?
Héctor la observó, su hermoso rostro ovalado y su expresión confusa y adorable, preguntó en voz baja, —¿Qué quieres?
Camila n

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