Capítulo 24
Ramón sacó su celular y tomó una foto de la matrícula del Ferrari.
En ese momento, el tono melódico de un celular sonó. Era una llamada entrante de Alberto.
Probablemente para apurarlo a llegar a El Bar de la Luna.
Ramón giró la cabeza. Solarena era el territorio de Alberto, y una vez en elBar de la Luna, solo necesitaría que Alberto lo ayudara a averiguar quién era el dueño de ese Ferrari.
...
Raquel entró en el callejón, y Laura dijo emocionada: —Raquelita, lo has despistado.
Justo después de sus palabras, ¡bang!, el Ferrari chocó contra una pared.
Las piernas de Raquel se debilitaron. Hacía tres años que no corría en carreras, y hoy había enfrentado a un oponente formidable. Su corazón latía furiosamente.
Raquel y Laura salieron del auto; el frente del Ferrari estaba completamente abollado.
Laura también sentía las piernas temblorosas: —Raquelita, ¿qué vamos a hacer?
Raquel respiró profundamente para calmarse: —No te preocupes, llamaré al secretario de Alberto para q
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